lunes, 1 de octubre de 2012

Steven Soderbergh - Sex, Lies and Videotape (1989)


Sexo, mentiras y video

John, un abogado yuppie, con pocos escrúpulos, está casado con Ann, una mujer seria e introvertida. Ella, aunque muestra poco interés por el sexo, se siente segura de su matrimonio. John, en cambio, es un adicto al sexo y tiene una aventura con Cinthia, la extrovertida y desenfadada hermana de Ann. La llegada del enigmático Graham, un antiguo compañero de John en la universidad, alterará la vida de Ann. (FILMAFFINITY)

1989: Festival de Cannes: Palma de Oro, mejor actor (James Spader) y premio FIPRESCI
1989: Nominada al Oscar: Mejor guión original
1989: Sundance: Premio del Público

Primer largometraje del debutante Steven Soderbergh (Atlanta/Georgia, 1963). El guión es del propio Soderbergh, quien tras dar vueltas a la historia durante un año, la escribe en 8 días. Se rueda a lo largo de 5 semanas, entre octubre y noviembre de 1988, en escenarios reales de Baton Rouge (Luisiana), con un presupuesto ajustado de 1,2 M USD. Gana la Palma de oro, el premio al mejor actor (Spader) y el premio Fipresci (Cannes). Producido por John Hardy (“Bajos fondos”, 1995) y Robert F. Newmyer (“Training Day”, 2001) para Outlaw Productions y Virgin, se proyecta por primera vez en público el 20-I-1989 (Sundance, EEUU).

La acción dramática tiene lugar en Baton Rouge (Luisiana) durante varios días del otoño de 1988. Ann (McDowell), su marido John Millaney (Gallagher), Cynthia Bishop (San Giacomo), hermana menor de Ann, y Graham Dalton (Spader), amigo de juventud de John, forman un cuarteto de treintañeros, liberales y con problemas emocionales, de relación y afectivos. Inseguridades, temores, dudas, represiones sexuales, inmadurez, indecisiones y algunos complejos, presiden sus vidas y afectan a sus relaciones interpersonales. Ann es hermosa, fría, remilgada, angelical y frágil. John, abogado prestigioso y competente, es egocéntrico, mujeriego y ambicioso. Cynthia, extrovertida e impulsiva, rebosa sensualidad, erotismo y descaro. Graham tiene una personalidad compleja y enigmática, cree que es sexualmente impotente y practica el voyeurismo.

El film suma drama, análisis social, cine independiente y película de culto. Obra de un realizador de 26 años, aborda temas de su generación, que desarrollan con admirable madurez, elegancia y delicadeza. La narración se apoya en el uso de sutilezas, sugerencias y detalles de escaso relieve aparente, que comunican al espectador muchos extremos relevantes. El color de la camisa de Graham, la variación de vestidos de Ann, la pajarita de John, la lluvia, etc., son elementos que definen matices que enriquecen el relato, descubren aspectos ocultos de la personalidad, los deseos y las intenciones de los protagonistas y revelan características especiales de la acción y el argumento. De la misma manera que la comunicación requiere la presencia de alguien dispuesto a escuchar, la reflexión se ve estimulada y potenciada por el uso de cintas de vídeo que enfrentan a los actores con ellos mismos.

El principal tema objeto de análisis y reflexión viene dado por las relaciones interpersonales de los cuatro protagonistas entre ellos. El enfoque del tema se concreta en un conjunto de afirmaciones correctas, oportunas y lúcidas. Además de relaciones sexuales, el ser humano relaciones de afecto, amor y comunicación. El recurso a la mentira y al engaño como medio de autoprotección en las relaciones con otras personas no sólo no resuelve los problemas, sino que los prolonga y agrava. El film explora los conceptos de sexo y no sexo, soledad y compañía, amor y desamor, compatibilidad e incompatibilidad, funcionalidad y disfuncionalidad y otros que plantean las relaciones humanas. Los problemas que analiza, se formulan en términos de gran sobriedad. Se presentan animados por pulsaciones contenidas y controladas, lo que permite su análisis reposado y tranquilo, exento de sobresaltos y de estados emocionales alterados. Centrado en el análisis de personas jóvenes, el film respira optimismo, fuerza vital, flexibilidad y vigor. Aborda temas humanos que siguen siendo de actualidad y mantienen su interés.

Los diálogos son abundantes, fluidos, concisos y realistas. El ritmo del relato es pausado y equilibrado. La puesta en escena es imaginativa y funcional. El conjunto del trabajo pone de manifiesto el ingenio y el talento del realizador. El humor, presente con reiteración, se basa en la ironía y la sátira. Las interpretaciones de James Spader y Andie McDowell (en uno de sus primeros papeles protagonistas) son acertadas y convincentes.

La banda sonora, de Cliff Martínez (“Traffic”, 2000), ofrece una partitura original breve, de 8 cortes, para flauta y otros instrumentos de viento (de madera o caña). Añade como música adaptada la canción “Garbage”, de Mark Mangini (autor e intérprete). Las composiciones son tenues, suaves y emotivas. Acompañan momentos culminantes, como la secuencia inicial o la conversación de Anna y Graham. La fotografía, de Walt Lloyd (“Vidas cruzadas”, Altman, 1993), en color, crea planos largos, limpios, sencillos y de gran belleza visual. La sobriedad de los decorados y el número escaso de protagonistas contribuyen a dotar de ligereza y equilibrio a la visualidad y al relato.


Referencias

- Joanna BERRY, “Sexo, mentiras y cintas de video”, ‘1.001 películas que hay que ver antes de morir’, pág. 780, Grijalbo ed., Barcelona 2010 (10ª edición, actualizada).
- Augusto M. TORRES, “Sexo, mentiras y cintas de vídeo”, ‘Cine mundial’, pág. 821, Espasa ed., Madrid 2006.
- Oti RODRÍGUEZ MARCHANTE, “Sexo, mentiras y cintas de vídeo”, ‘Antología crítica’, TyB ed., Madrid 2002.

Miquel (FilmAffinity)



FA 5097

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