jueves, 6 de septiembre de 2012

Raoul Ruiz - L'hypothèse du tableau volé (1979)


Hay un coleccionista ideal, el que no quiere saber de su deseo, pero que tampoco se conforma con el deseo del otro, quiere ir adentro, quiere desentrañar cierto misterio del símbolo, cierta trampa en el lenguaje, y va detrás de una pista dialéctica que le lleva a ningún lugar. Y es detrás de una pista en lo temático, porque en lo pictórico hay poco de lo que hablar. El gran coleccionista, sí señor, hablando de los dos soles, de los espejos, de los sacrificios de jóvenes secuestrados, de las partidas de ajedrez, de las columnas salomónicas y de los templarios. Otra vez el intento de acercarse al misterio de los misterios, la máscara de las máscaras, el sacrificio humano, otra vez, las altas esferas y el poder más allá de lo divulgado, el poder satanizado, el poder de los poderes, del que no se puede desvelar nada sin riesgo de muerte.
Mitra degollando al toro. Mitra y Jesucristo, las deidades solares, el gran dilema.
¿Raúl se inventa un pintor? En todo caso se llama Tonnerre y sus cuadros son la primera trampa a la que hay que enfrentarse. ¿Son o no son cuadros verdaderos? Son cuadros, por supuesto, pero hasta qué punto son parte del decorado, hasta que punto la historia que se cuenta es verídica. Poco importa ya. En todo caso parecería que es el mismo coleccionista el que ha pintado los lienzos.
Walter Benjamin se llevó en la maleta una acuarela de Paul Klee, el Angelus Novus, en su diáspora camino de una muerte obligada en manos de sí mismo. El bueno de Walter escribió estas palabras a propósito de la pieza:
<la Historia
debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso>> Raúl Ruiz. In Memoriam.
FA 4999

No hay comentarios: