jueves, 3 de noviembre de 2011

Carl Theodor Dreyer - De nåede færgen (1948)


TOMAMOS EL FERRY

Dos jóvenes amantes circulan todo lo rápido que les permite su moto para no perder el transbordador.

Rodado durante el mes de octubre de 1947, el film era un encargo del Departamento de Prevención Viaria destinado a incitar a los motociclistas a la prudencia en su conducción.
La película se basó en una novela breve de Johannes V, Jensen. La idea de la adaptación partió de Ib Koch-Olsen (director del comité por aquel entonces), quién eligió a Dreyer para llevarla a la pantalla. El cineasta se mantuvo bastante fiel a la novela, adoptando el estilo naturalista de la narración
El film narra la historia de una pareja de jóvenes que trata de coger un ferry que partirá en poco tiempo desde un punto bastante lejano al que se encuentran al inicio del film. A pesar de que no tienen tiempo material para ello, tratan de llegar con una motocicleta antes de que zarpe. Su excesiva velocidad en el viaje les hace morir de un accidente. Es, pues, un corto de ficción, y así está planteado en el guión: una historia ficticia con su planteamiento (primera secuencia del film en el que vemos a la pareja protagonista hablando con el empleado de la compañía de ferrys sobre si llegarán o no a tiempo), nudo ( su emocionate viaje en motocicleta contra el tiempo) y desenlace (su muerte).
A pesar de su aparente frialdad e insignificancia, si se compara con el resto de la obra d e su autor, esta pequeña película es todo un recital de cine de Dreyer en lo que se refiere a su concepción, y a su puesta en escena. Absolutamente preciso, sin ambages, y nos transmite con eficacia y maestría lo que nos quiere contar, pero cuenta con un elemento de irrealidad que lo hace inconfundible como film de su autor. La película mezcla el elemento real, casi docmental, con una dosis de irrealidad y de fantasía en el tono de películas como Ordet, Vampyr o Dies Irae. El inquietante rostro del conductor del camión que les ocasiona la muerte, casi cadavérico; o la secuencia final en montaje paralelo del ataúd de la pareja con el ferry que parte del puerto, consecuencias típicas de cualquier película de su autor.
Desde un punto de vista técnico hay que destacar la inteligente planificación del film, alternando planos cortos del cuentakilómetros de la motocicleta con primeros planos de los protagonistas y planos generales de la carretera, lo que, unido a su maravilloso montaje, consigue transmitir una emoción y una sensación de velocidad que hacen que el espectador se contagie del trepidante ritmo del film.
En nuestra opinión, es quizás el mejor cortometraje de Dreyer y, en general una obra maestra del cine de corta longitud. Dreyer lo consideraba uno de sus mejores cortometrajes. (Comentario cogido por ataudjohnson -gracias ataud!!- del libro"Carl Theodor Dreyer" escrito por Juan Antonio Goméz García)

"Yo intento conseguir siempre y, por encima de todo, que lo que tengo que expresar se convierta en Cine." Carl Theodor Dreyer

FA 4436

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