miércoles, 14 de septiembre de 2011

Orson Welles - It's All True (1993)


Film formado por dos partes: la primera reconstruye las peripecias de la aventura brasileña de Welles con el apoyo de materiales diversos que combinan entrevistas con los participantes en el proyecto, con los parientes de los jangadeiros, noticiarios de la época, etc. donde, entre otras cosas, se muestra una secuencia de My Friend Bonito. El grueso de la segunda parte està dedicado a la "reconstrucción" del episodio de los jangadeiros, con el título Four Men in a Raft.

En 1942, un director de cine que acaba de estrenar su primera película acude a Brasil para rodar un documental de encargo con fines publicitarios bajo mandato del Departamento de Estado estadounidense. Me dijeron que era mi deber patriótico gastar un millón de dólares rodando el Carnaval de Río , contaba el realizador. Cuarenta y tres años después -en octubre de 1985- se descubren 309 cajas de negativos en los almacenes de la Paramount Pictures de un filme titulado It s all true. Era una película maldita , en palabras de su director, Orson Welles.
Casi diez años más tarde, el filme perdido del autor de Ciudadano Kane se estrena en España. La Semana Internacional de Cine de Valladolid proyecta la copia restaurada y completada por tres directores -Richard Wilson, Myron Meisel y Bill Krohn- de Todo es cierto: basado en un filme inacabado de Orson Welles, titulo con el que el documental fue proyectado finalmente.
El filme, de cuyo montaje se ocupo Wilson hasta su muerte, fue terminado después por sus dos colaboradores. La narración se divide en dos partes: por un lado, una serie de testimonios de ayudantes de Welles y declaraciones del propio cineasta y, de otro, los tres cortos de que se componía originalmente el filme. Solo uno de ellos, Cuatro hombres en una balsa, el dedicado a los pescadores, ha sobrevivido integro. De los dos restantes, Mi amigo Bonito - rodado en México por Norman Foster- y La historia de la samba, solo se conservan fragmentos.
En su viaje a Brasil, la orden implícita que había recibido Welles era reflejar el ambiente de Río de Janeiro durante el Carnaval, mostrar los rostros de los turistas absortos en el espectáculo, el despliegue de tonalidades y colores, las playas, la fuerza de la samba. La curiosidad de Welles lo llevó a las favelas -lugar de nacimiento del baile- donde rodó muchas horas de miseria.
Además, Welles leyó en el Time Magazine un artículo sobre cuatro jangadeiros , (pescadores pobres) de Fortaleza, una población situada en el nordeste de Brasil, que habían recorrido 1.650 millas en una balsa. Cuando llegaron a Río, tuvieron la acogida destinada a aquellos que realizan actos heroicos.
Impresionado por el hecho, el estadounidense se puso en contacto con los jangadeiros con vistas a reconstruir su llegada al puerto.
Lo que iba a ser la parte central del documental, el carnaval, la fiesta, la celebración, se convirtió en una mirada ácida, en el fondo política, sobre las condiciones de vida de un pueblo. Welles no era el Buñuel de Las Hurdes , sus intenciones se acercaban más a las de Flaherty, pero el resultado fue igualmente desastroso a los ojos de la RKO, responsable económica y moralmente del filme ante los gobiernos estadounidenses y brasileño, ante quienes se había enviado a Welles como embajador de buena voluntad .
La RKO despidió rápidamente a Welles y montó una campaña de desprestigio: costumbres disolutas, irresponsable y anárquico en su trabajo fueron los términos de la acusación.
Un anuncio publicado por la productora americana en los periódicos de Río de Janeiro donde se anunciaba que dejaban de hacerse cargo de los gastos del filme fue la notificación formal recibida por Welles de su despido.
Sin embargo, el acto poco patriótico de Welles podía haber levantado menos polvareda si un millonario estadounidense, Floyd Odlum, no hubiera estado a punto de tomar el control de la RKO. El asunto Welles ofreció el pretexto ideal a los consejeros de la compañía para conseguir la dimisión del que era su director hasta entonces, George Schaefer. Una vulgar intriga monetaria que acabó por castigar al director en su siguiente obra, Los cuatro\ mandamientos.
Antes de partir hacia Brasil, Welles había terminado el rodaje de The magnificent Ambersons, titulo original del filme. Su idea era ir montando la película a la par que abordaba It s all true.
El material que solicitó el director con vistas al montaje nunca le fue entregado. Mientras tanto, la RKO, que montó la película por su cuenta, quedó aterrada ante las reacciones en los pases previos al estreno de la nueva película de Welles -la respuesta del público no fue precisamente favorable- y del excesivo metraje, metió la tijera. Robert Wise fue el encargado de cortar 45 minutos al filme, rodar nuevas escenas y cambiar el final. Se cargaron la parte final del largometraje, que era la mejor, la que reflejaba la decadencia de los Ambersons aseguró después Orson Welles.
Cuando Welles recibe la orden de detener el rodaje, está con las cámaras en la playa de Tijuca. Y promete acabar el episodio de los jangadeiros. La muerte de uno de los protagonistas del episodio, Jacare, no le impidió cumplir su promesa.
En Estados Unidos, al margen del problema con Los Ambersons , la RKO emprendió también una campaña de desprestigio contra el realizador, quien buscó durante cuatro años, en vano, capital para terminar It s all true. Pero el hecho de que se le hubiesen otorgado unas directrices por parte del estudio y hubiesen sido desobedecidas, y la fama que le creo la RKO, imposibilitaron que el director encontrase el dinero necesario para acabar su primera película maldita. (Texto de  Esteban Hernandez, tomado de El Tiempo)

"Mi fe en este film culmina en el fanatismo y pueden creerme que si It's All True desaparece en el limbo, yo desaparezco con el." Orson Welles


FA 4322

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