lunes, 6 de junio de 2011

Ingmar Bergman - Karins Ansikte (1986)

EL ROSTRO DE KARIN
Karin es la madre de Bergman, cuyo paseo por la existencia es evocado por su hijo a partir de la concatenación de imágenes fotográficas extraídas del álbum familiar: "Hace unos años hice una peliculita sobre la cara de mi madre. La hice con una cámara de ocho milímetros y un objetivo especial. Como había robado todos los álbumes de fotos de la familia cuando murió mi padre, disponía de abundante material. La película trataba, pues, del rostro de mi madre, del rostro de Karin, desde la primera imagen a los tres años hasta la última, una fotografía de pasaporte que se hizo unos meses antes del último infarto".
Bergman rodó una película muy bella usando únicamente fotografías, las de su álbum familiar, para contar sin palabras la historia de su madre. La película dura catorce minutos y se llama KARINS ANSIKTE. El rostro de Karin, su madre, se repite una y otra vez, en diferentes fotografías de diferentes épocas, al ritmo de un piano cuyas notas disonantes enlazan unos primeros planos con otros. Porque se trata de una película de primeros planos, como tantas películas de Bergman.
En KARINS ANSIKTE se intuye también una historia ya contada por Bergman en otras ocasiones. La triste historia de amor de sus padres, minuciosamente fabulada en ese precioso libro llamado Las mejores intenciones, que también podría haberse titulado El matrimonio amateur, como esa novela maravillosa de Anne Tyler con la que guarda muchas similitudes. Busco Las mejores intenciones y releo la primera página del libro. En un breve prólogo, Bergman explica:
"Los Akerblom eran una familia muy amiga de fotografiarse. A la muerte de mis padres heredé un buen número de álbumes; los primeros de mediados del siglo XIX, los últimos de principios de los años sesenta. Hay sin duda una enorme magia en esas imágenes, sobre todo si se examinan con ayuda de una lupa gigantesca: rostros, rostros, manos, posturas, ropas, joyas, rostros, animales domésticos, vistas, luces, rostros, cortinas, cuadros, alfombras, flores de verano, abedules, ríos, peinados, granos malignos, pechos que despuntan, majestuosos bigotes […] Pero sobre todo los rostros. Me meto en las imágenes y toco a las personas, a las que recuerdo y a aquellas de las que no sé nada. Esto es casi más divertido que los viejos filmes mudos que han perdido sus textos explicativos. Yo me invento mis propias pautas."
(Texto de Jonás Trueba, publicado en ElMundo)

"Trazo mis líneas con la, tal vez, vana esperanza de que surja un rostro. ¿Tal vez lo que diviso es una verdad sobre mi propia vida? ¿Por qué, si no, me empeño con tanto afán?" Ingmar Bergman

FA 4131

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