martes, 4 de enero de 2011

Testigo de cargo (1957 - Billy Wilder)

El prestigioso abogado Sir Wilfred Robards (Charles Laughton) tiene que abandonar el alcohol, el tabaco y los juicios criminales por prescripción médica. Cuando se presenta en su despacho un hombre llamado Leonard Vole (Tyrone Power), acusado de asesinar a una adinerada viuda, Robards pasará por alto las saludables recomendaciones de su médico, y asumirá la defensa de Vole.

Witness for the Prosecution es una película de misterio en la cual durante todo el transcurso de la historia, el director siembra la duda con respecto a quien es el verdadero culpable del asesinato de la señora French. Aunque Leonard Vole tiene motivos de sobra para haberla asesinado, Sir Wilfrid Roberts está convencido de su inocencia. Por otro lado, Wilder integra algunos toques de comedia en el relato, los cuales se materializan en la relación entre el veterano abogado, y su enfermera la señora Plimsoll (Elsa Lanchester). Entre ambos personajes se da una relación amor/odio, la cual está marcada por las constantes artimañas que utiliza Sir Wilfred para esconder puros y alcohol en todos los rincones de su casa, y la admiración que la señora Plimsoll siente por el obstinado abogado. Por último, Wilder se encarga de añadir algunos toques dramáticos a la mezcla, al mostrar como el matrimonio compuesto por Leonard Vole y Christine Helm (Marlene Dietrich) comienza a desintegrarse debido a la posible culpabilidad de Vole, y a la repartición de la millonaria herencia que dejó la señora French antes de morir. (es.paperblog.com)

Billy Wilder sobre Charles Laughton: "Laughton es el mejor actor con el que he trabajado. Durante el rodaje, cada tarde nos sentábamos y decidíamos qué escena rodaríamos al día siguiente, y la desarrollábamos. Después, Laughton entraba en mi depacho y me decía: - La escena que queremos rodar mañana me parece que es muy importante. Y se me ha ocurrido una idea. ¿Qué te parece si.....?. Y a mí me parecía una idea brillante. Y después de una pausa me decía: - De todas formas, creo que.... Y de nuevo interpretaba la escena con brillantes ocurrencias todavía mejores. Y esto se repetía hasta que me había interpretado veinte versiones de una escena y todo sin cambiar ni una sola palabra del texto. Cada una de sus interpretaciones era una versión más enriquecedora con respecto a la anterior. Y es que Laughton podía hurgar en su talento como un niño feliz en una caja de juguetes llena a rebosar. Es mucho más frecuente encontrarse con el otro extremo, es decir con el actor que es tan modesto, tan tímido, que no aporta nada de sí mismo".
FA 3722

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