lunes, 10 de mayo de 2010

El proceso de Juana de Arco (1962 - Robert Bresson)

El punto que ocupa el proceso de Juana de Arco en la filmografía de Bressón es esencial. No hay actores, solo emoción reencarnada, simplicidad y respeto. La que encarna a Juana de Arco lo hace de una manera tan natural y tan bella que nunca se hubiera podido conseguir con un enfoque tradicional de la representación cinematográfica; primero porque el modo de representación tradicional acude a actores profesionales, segundo porque pretende impresionar -y aun más en un filme que trate de un tema como el asesinato brutal y despiadado de una chica de 19 años que dice estar en contacto con Dios- y para impresionar se utilizaría una serie de recursos técnicos y narrativos que funcionan a corto plazo y para un público determinado: el que es alimentado por la industria. Bresson no pretende satisfacer a nadie, Bresson ofrece; Bresson no depende de una productora ni de un grupo de ejecutivos que diga: nos interesa, te financiamos.De los 14 filmes que conforman la filmografía de Bresson no hay uno solo que no sea una obra de arte, y lo son porque te plantean algo.Kurosawa, Tarkovski, Bresson y Antonioni, no hacían cine por nada, lo hacían movidos por algo muy personal. Ellos no estafaron.
La zona 3275

Lancelot du lac (1974 - Robert Bresson)

Lancelot du Lac es una película de 1974 escrita y dirigida por Robert Bresson. Basada en las legendas arturianas. También está basada en romances medievales, especialmente el ciclo de Lancelot-Grail, y las obras de Chrétien de Troyes.Como en la mayoría de las películas de Bresson el elenco está constituido por actores amateur, muchos de los cuales no aparecieron en otras películas.La película obtuvo el premio FIPRESCI en el Festival de Cine de Cannes de 1974. Elegida entre las diez mejores películas de 1975 por la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU.TramaCuenta la historia de amor entre Lancelot y Guinevere, mientras Camelot y la Mesa Redonda se desmoronan.
la zona 3273

Mouchette (1967 - Robert Bresson)

Retrato de la triste existencia de una chica que es maltratada por su padre y humillada por la gente de su pueblo.
La idea, sublime o chocante, perversa, inaceptable, de Bresson, sobre la nada de esta vida, sobre su condición de series constantes de absurdos y de sufrimientos, reconvertibles, reembolsables, en redención (la acción decisiva, usando la terminología de Schrader), provoca mi compasión y mi rebelión al mismo tiempo. Sobre Mouchette, el propio Bresson propone sin embargo una lectura puntual, muy realista: “Mouchette ofrece evidencias de la miseria y la crueldad. Ella se encuentra en todas partes. Guerras, campos de concentración, torturas, asesinatos.” Él la encuentra por su parte en la cotidiana y ‘apacible’ campiña francesa, llena de seres ‘normales’ que la tratarán menos como a una ‘mouchette’ (mosquita) que como a un gusano (recordando de paso la importante presencia literal y simbólica del elemento tierra, más precisamente del lodo, en la película). Mouchette es una prolongación y casi una duplicación de Al Azar Balthazar, tanto del burrito como de Marie… Y la chica es también como una Juana de Arco, pero sin nadie, no hay ejércitos ni voces divinas, aunque sí está muy rodeada de condena, de brutal incomprensión, sin haber cometido ningún acto especial para merecer esa gracia al revés...
Me resulta especialmente simpática y sintomática la escena con los carritos chocones, que es la posibilidad negada de una vida más satisfactoria y ‘normal’ para la chica -lo que la sacaría de la (bressonianamente necesaria) condición de ‘víctima trascendental’- y me recuerda por supuesto a otra escena de goce casi igual de bella, una del Diario de un Cura rural -el breve paseo que da el joven cura moribundo en motocicleta-. A Bresson lo que le interesa es el misterio, ese viento que sopla por donde quiere, que está en todas partes, en cualquier parte, en cualquier momento, en cualquier ser, más que la denuncia o crítica de la realidad social, que es algo menos misterioso, aunque también esté en todas partes. Y en su caso, el ‘misterio último’ adquiere especial relevancia. No sé qué más se puede decir de la última y famosa escena de esta película. No es tan dolorosa como la escena final de Alemania, Año Cero, de Rossellini. Ambas comparten el más alto sentido del realismo: la exactitud en la mostración de algo que, pese a tener un sentido claro, continúa siendo ambiguo… REAL. Como diría Bazin, los signos del juego y de la muerte pueden ser los mismos sobre el rostro de un niño.
La zona 3274

Los espigadores y la espigadora (2000 - Agnes Varda)

Por aquí y por allá, en Francia, Agnès Varda se ha encontrado con espigadores, recolectores y gente que busca entre la basura. Por necesidad, puramente por azar o por obligación esta gente recoge objetos desechados por otros. Su mundo es sorprendente. Y la directora también es un especie de espigadora, recogiendo imágenes para este documental tan personal.
La zona 3264

La canción de los gorriones (2008 - Majid Majidi)

Karim (Reza Najie) trabaja en una granja de avestruces en las afueras de Teherán. Lleva una vida sencilla y feliz junto a su familia en su pequeña casa, hasta que un día una de las avestruces se escapa. Karim es despedido. Poco después, viaja a la ciudad para reparar el audífono de su hija mayor y le confunden con un mototaxi. Así, empieza a ejercer la que será su nueva profesión: desplazar a la gente y transportar bultos en medio de un denso tráfico. El nuevo oficio irá transformando el generoso y honesto carácter de Karim.
lA ZONA 3266

sábado, 8 de mayo de 2010

Un condamné à mort s'est échappé (Robert Bresson, 1956)


Un condenado a muerte se escapa
Abril 1943: Fontaine, un joven de 27 años miembro de la Resistencia francesa que lucha contra la ocupación nazi, es arrestado y conducido a la Gestapo para ser interrogado...
Junto a 'Pickpocket', dos de las cosas más hermosas que le han ocurrido al cine europeo" (Carlos Boyero: Diario El Mundo)

Como co-director estuvo un joven Louis Malle (FILMAFFINITY)

"Una de las mejores muestras de cine religioso de Bresson" (Augusto M. Torres: Diccionario Espasa)

1957: Festival de Cannes: Mejor Director
1957: BAFTA: Nominada a mejor película

Quinto largometraje de Robert Bresson y segunda entrega de su trilogía de la soledad. El guión, del mismo Bresson, se basa en el relato autobiográfico "Un condamné à mort s'est échappé" (1956), de André Devigny. Se rueda en exteriores del Fuerte Montluc (Lyon) y en los platós del Studio Saint-Maurice (Joinville-le-Pont, Francia). Gana un premio de Cannes (director) y uno del Sindicato Francés de Críticos de Cine (película). Producido por Alain Poiré y Jean Thuillier para Gaumont, se estrena el 11-XI-1956 (Francia).

La acción dramática tiene lugar en Lyon a lo largo de 4 meses, en 1943. El teniente Fontaine (Leterrier), incorporado a la Resistencia francesa tras la ocupación alemana de Francia en la IIGM, dedicado a tareas de información y espionaje, es detenido por la Gestapo (17-IV-1943), recluido en la prisión del Fuerte de Montluc y condenado a muerte (20-VIII-1943) para ser ejecutado una semana después (28-VIII-1943). Huye de la prisión la noche del 24 al 25 de agosto. Fontanie tiene 27 años, es inteligente, observador, perspicaz, hábil y paciente (como corresponde a un buen espía), cree en la vida, el futuro, la victoria y la paz, aborrece la inactividad y siente unas ganas inmensas de tomar parte activa en la lucha de su país por la libertad.

El film suma drama, thriller, aventura, suspense y guerra. Desarrolla una explicación detallada, precisa y minuciosa de la concepción, preparación y realización de la fuga de una prisión de alta seguridad en tiempos de guerra. Muestra cómo el protagonista recoge mentalmente los datos que llegan a su celda (pasos del guardián, campanadas del reloj, fusilamientos...), los que recibe a través de las paredes que separan su celda de las dos vecinas, los que observa durante los interludios colectivos dedicados al aseo personal y los que le facilitan sus compañeros mediante gestos, palabras breves bisbiseadas o escritas en fragmentos de papel. La capacidad que tiene de observación, percepción y procesamiento de la información, le permite planear una fuga casi de diseño. Su entrenamiento en el uso de recursos de supervivencia, le permite disponer de una presencia de ánimo elevada, una moral alta y un nivel inusual de autocontrol y lucidez. Su habilidad le proporciona los medios materiales necesarios para la empresa (cordeles, ganchos, lianas...), que construye él mismo a partir de objetos de uso común (marcos, sábanas, somier...).

La narración visual y sonora, elaborada con singular maestría, hace que el espectador se sienta invadido por sensaciones de encierro, tensión, inquietud, angustia y horror. El discurso es sobrio, austero y se presenta exento de grandilocuencia y sentimentalismos. Los protagonistas realizan una interpretación desdramatizada en aras de la sobriedad y contención expresiva.
spoiler:
Prodiga primeros planos, planos de aproximación, planos partidos, planos de detalle (manos, esposas, pies...). Hace uso frecuente de la elipsis, el fuera de campo y los insertos. Construye un lenguaje de gran eficacia cinematográfica. Manteniendo la cámara en el interior de una celda, consigue crear un relato intenso, emocionante, vibrante y absorbente.

La cinta se erige, más allá de la acción, en una exaltación de la libertad, la vida, la inteligencia y el ingenio humano. Sirve, a la vez, como alegato contra la guerra, la crueldad, la barbarie, la pena de muerte, el atropello de los derechos humanos. Aporta una descripción poderosa de la soledad y del sufrimiento. Glosa la importancia de lo inesperado, lo impensado, lo imponderable y lo imprevisible, en relación a lo que cabe gestionar recursos, reservas y precauciones.

El realizador pasa por alto, deliberadamente, factores tan importantes como el hecho de que Montluc era un centro de torturas y muerte (allí murieron durante la guerra más de 7 mil personas), que Fontaine/Devigny fue torturado y que el centro estaba dirigido por Klaus Barbie, el carnicero de Lyon.

La música aporta 7 fragmentos del movimiento del "Kyrie Eleison" (Señor, ten piedad), de la Gran Misa, K. 427, de Mozart. Bresson siempre mostró preferencia por la música religiosa, que en este caso aporta unos cortes que se combinan de modo magnífico con el tono y el fondo del relato. La fotografía, de Lance Henry Burel ("Boudu salvado de las aguas", Renoir, 1932), no sólo describe cómo es la prisión vista por un recluso, sino que trasporta al espectador a su interior. Junto con "Diario de un cura de campaña" (1950) y "Pickpocket" (1959), el film conforma la trilogía que Bresson dedica a la soledad. (Miquel, FilmAffinity)

FA 1625

El dinero (1983 - Robert Bresson)


El dinero
Adaptación de un relato breve de Leon Tolstoi: "El billete falso". Yvon es un joven que es injustamente acusado de traficar con dinero falso. A partir de ese error judicial, la adversidad dominará su vida. Durante su estancia en prisión, el ambiente en el que se mueve lo va degradando y corrompiendo hasta convertirlo en una persona sin escrúpulos ni principios morales. (FILMAFFINITY)

1983: Festival de Cannes: Mejor director (ex-aequo)


Escrita y dirigida por Bresson, es la última de las 13 obras que realizó en 1943-83. Se basa en el relato de Tolstoi "El billete falso". Rodada con un presupuesto escaso, se sirve integramente de escenarios naturales. Obtuvo el premio al mejor director en el Festival de Cannes. Producida por Marion's Films.

La acción tiene lugar en París en el año del rodaje (1982). Narra la historia de un joven trabajador, Yvon Targe (Christian Patey), casado con Elisa (Carolina Lang) y padre de una hija, adicto al café, que se ve envuelto en una serie de desventuras a causa de un billete falso de 500 francos y las pasiones que levanta entre las personas por cuyas manos ha pasado. El autor construye una fábula que denuncia el egoismo, el individualismo y la indiferencia de la sociedad por aquéllos que sufren. El deseo de evitar el retorno a la propia caja del billete sin valor mueve a la mentira, al falso testimonio y a la compraventa de silencios. El dinero es el "dios tangible", en cuyo altar se sacrifican valores e ideales. La sociedad de la prosperidad de los 80 oscila, con ambigüedad, entre la nobleza y la perfidia, en un lento movimiento de deterioro, a los ojos del autor, que muestra un pesimismo mayor que en obras anteriores: las posibilidades de redención de los desheredados son ahora muy escasas. La presencia de un muchacho discapacitado, de un anciano desarraigado y de una viuda (Sylvia Van Den Elsen) entregada al cuidado de ambos marca el contrapunto del clima de ingratitud y oportunismo de muchos. La justicia es una ambición de toda sociedad moderna, pero ésta requiere medios personales, policiales, técnicos y económicos y la colaboración leal de los ciudadanos. Sorprende que la misa de la prisión se celebre en latín, 20 años después del Vaticano II. Son escenas memorables la bajada lenta de Yvon por la escalera sombría del hotel, la conversación de Yvon con Sylvia en el lavadero, el lavado de manos de Yvon sugerido por el correr del agua, las puertas de cierre de los cajeros automáticos que evocan las puertas de la prisión, etc.

La música, escasa en la obra, se limita a fragmentos de la "Fantasía cromática" de J.S. Bach, interpretados al piano hacia el final, por el padre (Michel Briquet) de Sylvia. La banda sonora recoge con realismo el ruído ambiente y el que se deriva de la acción. La fotografía, a cargo de Pasqualino de Santis, es de una gran claridad, hace uso frecuente de planos fijos, se sirve de encuadres que cortan la figura humana y presta atención a detalles singulares (la cafetera, la taza de café, la cerradura de la prisión, etc.). El guión impone diálogos breves, espacios vacíos y de silencio y una notable depuración de formas y palabras. La dirección construye una historia llena de sugerencias, indicaciones sutiles y de una mágica sobriedad.

Película independiente, de un autor maduro, lleno de energía, lucidez y perspicacia. Es, en cierto modo, un resumen de la obra íntegra de un cineasta solitario y genial. (Miquel, FilmAffinity)
FA 2222